Rex Weyler cuenta nuestra historia

Página - 14 septiembre, 2010
Rex Weyler fue el primer Director de la Fundación Greenpeace, el editor del primer newsletter de la organización, y el cofundador de Greenpeace Internacional en 1979. Fue también fotógrafo y reportero en las primeras campañas de focas y ballenas de Greenpeace y ha escrito una de las mejores y más exhaustivas historias de la organización, “Greenpeace” (Raincoast, 2004). Su libro, “Sangre de la Tierra, una historia del Movimiento Indoamericano”, fue nominado al Premio Pulitzer. “Verde profundo” es la columna mensual de Rex, donde recorre las raíces del activismo y el ecologismo, y nos cuenta acerca del pasado, presente y futuro de Greenpeace.

Capítulo 27: Las mujeres que fundaron Greenpeace

septiembre 2010 

"Mucha gente está esperando que regresen Martin Luther King Jr. o Mahatma Gandhi, pero ellos ya se fueron. Estamos nosotros ahora ." - Marian Wright Edelman

Aunque los hombres tuvieron la mayoría de los titulares en las primeras campañas de Greenpeace, muchas mujeres fuertes y visionarias también ayudaron a que naciera la organización. La familia de Dorothy Stowe, co-fundadora de Greenpeace – quien falleció en julio – ofreció una ceremonia para ella el 7 de agosto en la Iglesia Unitaria en Vancouver, Canadá. El programa incluyó la cita antes escrita. También asistieron otras mujeres que ayudaron a fundar Greenpeace, como Dorothy Metcalfe y Zoe Hunter.

Dorothy Stowe fue la primera presidenta de su sindicato local de servidores públicos en Rhode Island, donde enfrentó ataques represivos de la era McCarthy. Pasó su noche de bodas en una cena de derechos civiles, haciendo campaña contra las armas nucleares y emigró a Canadá con su esposo Irving en protesta contra la guerra de Estados Unidos contra Vietnam. Ayudó a lanzar la primera campaña de Greenpeace y organizó reuniones en su hogar. Dorothy siempre sirvió alimentos en estas reuniones, a veces té y galletas, e infundió un sentido de familia y comunidad en la política radical.

Marie Bohlen (Nonnast) fue dibujante , miembro del Sierra Club y pacifista. Con el nacimiento de su hijo Paul, juró que él nunca iría a la guerra. Conoció a Jim Bohlen en una marcha pacifista en Filadelfia, Pensilvania, en 1958. Se casaron y ella lo presentó a la Sociedad de Amigos Religiosos (Quakers) y al Sierra Club. En 1967, Paul evitó ser alistado en el servicio militar emigrando con Marie a Vancouver, Canadá, donde los dos conocieron a los Stowe y co-fundaron el Comité “No Hagan Olas”, que más tarde se convertiría en Greenpeace.

En febrero de 1970, mientras discutían sobre cómo detener las pruebas nucleares de los Estados Unidos en Alaska, Marie propuso la idea de navegar un barco en el sitio de la prueba y confrontar la bomba. Esta propuesta, por supuesto, se convirtió en la primera campaña de Greenpeace. Puesto que el viaje había sido su idea, Marie intentó representar a los cuáqueros en la embracación. Pero al final, decidió permanecer en Vancouver y trabajar con Dorothy Stowe y los demás integrantes. Así, el Phyllis Comarck – el primer barco de Greenpeace – llevó sólo hombres a bordo. Bob Hunter después comentó en una entrevista que esto había sido un error y que la mitad de la tripulación debieron ser mujeres.

“La voz de las Mujeres de Columbia Británica”, dirigido por Deeno Birmingham, jugó un papel clave en esa primera campaña, recaudando fondos y solicitando al gobierno canadiense que apoyara la protesta. Deeno persuadió a su esposo, Dave Birmingham, a servir como ingeniero en el Phyllis Cormack. Lille d’Easum, directora del Voz de las Mujeres, escribió el primer reporte técnico de Greenpeace, un estudio de los efectos de la radiación.

Dorothy Metcalfe (Harris) era reportera en la Tribuna de Winnipeg cuando conoció al periodista Ben Metcalfe. Se casaron y viajaron a Europa en la década de 1950, registrando historias para la Alianza Norteamericana de Periodismo. Durante la primera campaña de Greenpeace ella convirtió su hogar en una cabina de radio, transfiriendo reportes de radio de Ben – que estaba en el Phyllis Comarck – a los medios mundiales. Cuando los Estados Unidos retrasaron la prueba, y la tripulación contempló una bahía segura en Hodiak, Alaska, Dorothy los impulsó a seguir presionando en las Islas Aleutianas. “El impulso está creciendo”, advirtió. Dorothy hizo lobby con miembros del Parlamento Canadiense, lo cual resultó en tres exhortos solicitando a los Estados Unidos que cancelaran la prueba. Llamó a la oficina del Primer Ministro, Pierre Trudeau, insistiéndole que viajara a Washington para confrontar a los americanos. También envió un mensaje a los medios “de las esposas y familias de los hombres a bordo del barco de Greenpeace. Nuestros hombres están arriesgando su vida… para beneficio de toda la humanidad”. Cuando acusó a Trudeau de ser cobarde, algunos simpatizantes pensaron que había ido demasiado lejos. “Esto es una democracia”, insistió Dorothy Metcalfe. “La gente tiene la responsabilidad de decir lo que piensa”.

Durante la campaña nuclear francesa, Dorothy Metcalfe otra vez fue el centro de los medios. También asistió a la primera reunión ambiental de Naciones Unidas en Estocolmo, y consiguió una audiencia con el Papa en el Vaticano, para bendecir la bandera de Greenpeace.

Zoe Hunter (Rahim), miembro de la Campaña para el Desarme Nuclear en Reino Unido, conoció a Bob Hunter en Londres en 1962. Ella lo introdujo al trabajo pacifista de Bertrand Russell y lo llevó en la marcha de paz de 1963 a la instalación nuclear de Aldermaston, la primera protesta política de Hunter. Zoe trabajó con Dorothy Stowe y Dorothy Metcalfe para aprovisionar los primeros dos barcos de Greenpeace. Hoy, ella trabaja con Amnistía Internacional en Canadá.


 

Dorothy Stowe, Rex Weyler y Dorothy Metcalfe

 

"Uno debe pensar como héroe para comportarse como un ser humano meramente decente."
- May Sarton

 

Las primeras dos mujeres que navegaron en una campaña de Greenpeace fueron Ann-Marie Horne y Mary Lornie de Nueva Zelanda, a bordo del Vega, que navegó al sitio francés de pruebas nucleares en el Atolón de Moruroa en 1973. Cuando los navegantes franceses abordaron el Vega y asaltaron a David McTaggart y Nigel Ingram, Ann-Marie tomó fotografías y Mary Lornie grabó videos. Los franceses confiscaron la cámara de video, pero Ann-Marie consiguió escabullir su filme por la seguridad francesa. Francia clamó “Nuestros hombres abordaron al buque sin armas y sin un solo tiro” y sugirieron que McTaggart había sufrido heridas al caer en una escollera mientras “intentaba regresar al mar a nuestros navegantes”. Sin embargo, las fotografías de Ann-Marie – que mostraron los golpes de McTaggart e Ingram – aparecieron alrededor del mundo y probaron que el gobierno francés había mentido acerca del ataque.

La artista y música Linda Spong ayudó a lanzar la campaña de ballenas de Greenpeace con su esposo Paul. En 1974 viajaron a Japón con su hijo Yasha y los traductores Maya Koizumi y Michiko Sakata, para construir un movimiento pro-ballenas entre los científicos y simpatizantes japoneses. En 1977, ella sirvió en el barco de Greenpeace, Meander, el cual bloqueó un buque que transportaba representantes de 15 compañías petroleras que promovían un puerto para descarga de petróleo en el norte de Columbia Británica. Ahora, Linda está activa en la campaña para prohibir la descarga de petróleo en la costa canadiense.

Taeko Miwa y Carlie Trueman navegaron en la primera campaña de ballenas de Greenpeace. Trueman, un buzo ávido, fue el primer especialista en el Zodiac, y entrenó a las tripulaciones en la operación y mantenimiento de los botes inflables que se convertirían en un ícono de Greenpeace. Miwa era una estudiante y ambientalista de Japón que había atestiguado el envenemiento devestador con mercurio en Bahía Minamata. Ella condujo campañas contra la polución del aire en Japón y sirvió como traductora de japonés para Greenpeace.

Bobbi Hunter (Innes) ayudó a lanzar la primera campaña de ballenas, manejó la primera oficina pública de Greenpeace en Vancouver y recaudó mucho dinero para las primeras campañas de ballenas y focas. Como líder de proyecto para una compañía de cable, había rastreado el flujo de trabajo de cientos de técnicos y aplicó estas habilidades en Greenpeace; Bobbi se convirtió en una figura clave para organizar un grupo desordenado de Greenpeace que estaba manejando tres campañas con modestas ganancias.

En 1976, Bobbi y Marilyn Kaga fueron las primeras mujeres en bloquear un barco ballenero, el bote ruso de harpón, Vlasny.

En el tiempo de las campañas de ballenas y focas, en la década de 1970, había mujeres sirviendo regularmente en la línea frontal de acciones de Greenpeace. Eileen Chivers, Henrietta Nielson, Bonnie MacLeod, Bree Drummond, Mary-Lee Brassard, Susi Leger y otras mujeres sirvieron en las campañas de ballenas y focas durante esa era.

“Si yo soñara sueños naturales de ser una mujer
natural haciendo lo que hace una mujer cuando es natural,
tendría una revolución.”
- Nikki Giovanni

Mientras tanto, en Londres, Susi Newborn y Denise Bell adquirieron y equiparon el primer barco que poseyó Greenpeace, el Rainbow Warrior (Guerrero del Arco Iris). Newborn y Bell, que querían confrontar a los balleneros islándicos en el Pacífico Norte, encontraron el barco pescador de 134 pies Sir Willian Hardy, recaudaron el dinero para comprarlo y persuadieron al amigo de la infancia de Newborn, Athel von Koettlitz para ayudarlas a restaurar el barco. En la primavera de 1978, el barco zarpó con una tripulación internacional representando a Holanda, Francia, Reino Unido, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos y Canadá. Ellos confrontaron balleneros islándicos y españoles y expusieron al barco británico Gem, tirando ilegalmente desechos nucleares al océano. Newborn escribió un relato personal de la historia del Rainbow Warrior, "Una hoguera en mi boca".

El nombre del Rainbow Warrior vino de un libro pequeño, "Warriors of the Rainbow" (Guerreros del Arco Iris), de Aleut elder William Willoya y Vinson Brown. En la historia ‘Retorno del Espíritu Indio’ un chico de 12 años pregunta a su tatarabuela, Ojos de Fuego, “¿Por qué han ocurrido esas terribles cosas a nuestra gente?” La abuela le cuenta al chico la profecía de que algún día la gente de todas las razas del mundo se unirá para salvar a la Tierra de la destrucción y que esta gente será conocida como Guerreros del Arco Iris. Esta historia inspiró la tradición del Guerrero del Arco Iris en Greenpeace y ahora, la abuela – Ojos de Fuego – continua esparciendo su ponderosa luz y visión sobre Greenpeace.

 Rex Weyler


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